Magistral recreación del descubrimiento de la cueva de Altamira por Sanz de Sautuola y su hija, que marcaron un antes y un después en el estudio de la Prehistoria a nivel mundial. Lástima que Marcelino Sanz de Sautuola no llegara a recibir el reconocimiento merecido, ya que murió años antes de que se escribiera el "Mea culpa de un escéptico"
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